Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales

Especialización en Justicia, Víctimas y Construcción de Paz 

 Seminario

“Conflicto Armados y Procesos de Paz en la Historia Reciente de Colombia”

 

NOTAS DE CLASE No. 1

 

El propósito de este documento no es otro que puntualizar algunas ideas fuerzas de la exposición realizada durante la primera sesión del seminario de Conflicto Armado y Procesos de paz en la Historia Reciente de Colombia en el que se tocó el tema de las CAUSAS ESTRUCTURALES DEL CONFLICTO SOCIAL Y ARMADO, desarrollada por el profesor Carlos Medina Gallego.  

1.       El conversatorio se fija como propósito tres objetivos: 1. Señalar los orígenes y las múltiples causas del conflicto armado colombiano; 2. Hacer explicito los principales factores y condiciones que han facilitado o contribuido a la persistencia del conflicto. 3. Explicar los efectos e impactos más notorios sobre la población civil y los territorios.

2.       En torno a estos tres objetivos se buscó responder cinco preguntas: 1. ¿Cuáles son las causas estructurales que constituyen el conflicto social y armado en Colombia?; 2. ¿Qué factores y determinantes han hecho posible la permanencia del conflicto social y armado en el tiempo? 3. ¿Qué efectos ha tenido ese conflicto sobre los territorios y las poblaciones? 4. ¿Qué dificultades tiene actualmente el conflicto social y armado para su superación definitiva? 5. ¿Cuál es el papel de la comunidad en la construcción de las soluciones a los conflictos en los territorios?

SOBRE LAS CAUSAS ESTRUCTURALES DEL CONFLICTO SOCIAL Y ARMADO. 

3.       El conflicto colombiano tiene distintas causas unidas a su desarrollo histórico en sus procesos económicos, sociales, políticos, culturales, ambientales y militares. El conflicto es multicausal, según sea la naturaleza de cada conflicto adquiere una relevancia particular y un tratamiento en contextos que esta definidos por las características de cada conflicto.

4.       Las causas pueden encontrarse en:

a.       Los orígenes de la formación del Estado Nacional, un modelo que no entendió la naturaleza de la construcción de una nación multiétnica, pluricultural y de regiones y un estado que se fijó como propósito el ejercicio del poder político en torno a los intereses de las castas y las elites dominantes haciendo de lado el interés y los propósitos generales de la nación colombiana.

b.       La construcción del régimen republicano. Considerado este como una forma de gobierno basada en el concepto de que la soberanía reside en el pueblo, quien delega el poder de gobernar en su nombre a un grupo de representantes elegidos, para que conduzcan la nación al logro de los propósitos de bienestar, convivencia y seguridad, para todos los asociados. 

c.       Este régimen se debería erigir sobre al menos cinco soportes fundamentales: 1. La participación política activa por parte de los ciudadanos 2. La representación de todas las clases sociales dentro de las instituciones de gobierno con iguales atribuciones 3. La división de poderes y su control recíproco.4. La libertad e igualdad para todos los miembros de la sociedad y, 5. El ejercicio pleno de la justicia en la construcción del bien común.

d.       Un régimen republicano tiene una forma de gobierno en la que el jefe del estado ejerce un cargo público y, como ocupante no tiene derecho por sí mismo a ejercerlo de manera indefinida, sino que lo ejerce temporalmente en el marco de un procedimiento de elección pública, donde su gestión debe estar sometida al escrutinio público.

e.       El modelo de democracia, el sistema político y el sistema de partidos. El régimen republicano es compatible con sistemas unipartidistas, bipartidistas, multipartidistas e incluso con regímenes dictatoriales y totalitarios. Sin embargo, el modelo republicano desde sus orígenes ha buscado identificarse con las formas de organización política democrática que respeta la voluntad popular, se reconoce en el respeto por la diferencia, la voluntad mayoritaria y las garantías para las minorías en ejercicio de oposición. La no realización de estos fundamentos es razón de conflictividad social, política y militar. La tendencia en nuestro país es a desconocer la voluntad y necesidades de las mayorías para gobernar en un modelo de democracia que defiende los intereses de las minorías privilegiadas.

f.        Nuestro país se ha organizado como un régimen republicano presidencialista. La constitución ha establecido la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), que deben funcionar con independencia y constituir el juego de pesos y contrapesos, para evitar la concentración de los poderes en el poder ejecutivo. Esta ha sido una dificultad mayor en la historia del país. El régimen de partidos ha buscado capturar los poderes y someterlos al interés del poder ejecutivo, generando modelos de gobierno autoritarios y déspotas. El régimen republicano nuestro de naturaleza presidencialista, soporta el ejercicio del poder sobre el control del Congreso de manera mayoritaria. Perdiéndose la posibilidad del control político.      

g.        La particular forma en que se administra el poder político ha generado una serie de practicas que constituyen causas y determinantes de la conflictividad social y política de la nación; los procesos de desarrollo de sociedades aristocráticas evolucionaron hacia oligarquías regionales que manejan los territorios como caciques políticos a través de clientelas, nepotismo y corrupción. A esto se suma las practicas institucionales en las cuales se ajustan las normas incluyendo la constitución para que sirvan de la mejor manera a los intereses particulares de quienes ejercen el poder económico y administran el político.

h.       La sociedad colombiana se construyó políticamente en un sistema bipartidista, conformado por los partidos liberal y conservador, y en alianzas y coaliciones de intereses, que alimentaron con odios y guerras para el usufructuó absoluto del poder político del estado y su instrumentalización al servicio del poder privado. La posibilidad de la construcción de terceras fuerzas siempre fue vista con recelo y a los críticos políticos se les negó la condición de adversario y se les ubico como enemigos, para quienes no hubo otra opción de la desaparición política, el exilio o la muerte.  El sistema político no se construyo en una democracia amplia de naturaleza liberal, respetuosa de las diferencias incluyente y pluralista, sino, en u modelo de democracia restrictiva, excluyente y autoritaria.       

i.         Por sus parte el sistema electoral, como la institución y el  conjunto de reglas y procedimientos destinados a regular las diversas etapas de los procesos electorales para garantizar que la votación exprese con rigor  la voluntad de la ciudadanía y se transforme en los órganos de gobierno en gestora de los intereses generales de la nación se fue transformando en una aparato de la clase política atravesado por la corrupción y el fraude en favor de las fuerzas dominantes y su interés en permanecer de manera indefinida en la administración del estado, generando incredulidad y conflicto. 

j.         Además de los aspectos políticos que constituyen razón de ser de los conflictos, el modelo de desarrollo económico ha generado un proceso creciente de acumulación de riqueza y grandes desigualdades sociales.

k.       Los procesos productivos unidos a la propiedad y concentración de la tierra, a su tenencia y uso, han marcado profundamente los conflictos agrarios y rurales en nuestro país y han generado violencia y modelos de modernización, acumulación y concentración de riqueza sobre economías de despojo y muerte, desplazamiento forzado, crímenes y masacres. Cada ajuste que ha requerido el modelo de desarrollo económico y concentración de la propiedad en los procesos de modernización económica ha estado precedido por un devastador ciclo de violencia criminal.

l.         Los conflictos agrarios en torno a la tenencia, uso y propiedad de la tierra constituyen uno de los problemas estructurales del país que ha arrastrado la historia de la nación sin que encuentre un escenario político reformista que atienda las necesidades del desarrollo rural y la democratización de la propiedad de la tierra, en el marco de un modelo de producción que favorezca las economías campesinas, la producción comercial y el desarrollo integral del campo.

m.     El desarrollo del modelo de producción capitalista, con sus particulares características en el ámbito de la dependencia y un desarrollo limitado de los proceso de industrialización y ampliación de las relaciones económicas complementarias ha generado una dinámica de conflicto social que involucra no solo las relaciones entre el capital y el trabajo, sino, adicionalmente, los problemas de la desocupación forzada, la informalidad y la delincuencia, unidos a practicas de marginalidad social y pobreza. El predominio de las economías extractivas sobre economías productivas, han producido un impacto mayor sobre los territorios, los ecosistemas y las poblaciones generando dinámicas de conflictividad regional en la lucha por el mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones.

n.       La presencia de empresas transnacionales en el impulso de economías extractivas y la explotación de los recursos estratégicos de la nación en sistemas de concesión y contrato bajo relaciones absolutamente desfavorables para los intereses nacionales han agudizado los conflictos sociales donde operan estas protegidas por el estado y la fuerza publica y no pocas veces en connivencia con grupos armados ilegales.     

o.       La irrupción de las economías ilegales del narcotráfico y su articulación amplia y extensa a los procesos económicos convencionales han generado un modelo de capitalismo criminal, que ha permeado amplios sectores de la economía y la sociedad y la impactado la institucionalidad política y administrativa del estado con su capacidad de intimidación y corrupción. A esto se suma las alianzas que se han establecido en el desarrollo de la lucha contra las organizaciones armadas insurgentes, los movimientos sociales y las fuerzas progresistas de la nación, a través del fortalecimiento de practicas paramilitares y criminales, de aniquilamiento e intimidación, así como la construcción y control de poderes regionales y su influencia en los escenarios institucionales de la nación. La irrupción de los capitales del narcotráfico y sus relacionamientos con la economía y la sociedad convencional, así como sus injerencias en el ámbito de la política han ido dando a la sociedad colombiana un carácter mafioso, en el que la captura del estado por la criminalidad es uno de sus componentes esenciales.    

p.       El impacto de los conflictos mundiales, el mundo bipolar y la globalización en el ámbito nacional han tenido un papel fundamental en la definición de la naturaleza de nuestros conflictos, en su caracterización y tratamiento. La influencia norteamericana en la definición de las políticas de seguridad y defensa en los periodos de la guerra fría y la lucha contra el terrorismo, han marcado profundamente el comportamiento estatal frente a la sociedad en general, a los movimientos sociales y políticos democráticos de izquierda en particular. Así como en el tratamiento de los conflictos armados con los movimientos insurgentes y, han posibilitado la irrupción de fenómenos paramilitares estado-centristas y narco-paramilitares impulsados en el marco de las políticas públicas de seguridad, con prácticas de pacificación, vaciamiento poblacional y sometimiento de poblaciones por la vía del miedo y el terror. Estas prácticas han degenerado en terrorismo de estado y guerras sucias cuyo blanco esencial es la población civil.

 

PROBLEMAS ESTRUCTURALES

 

5.       Conforme lo hemos señalado estos problemas estructurales se expresan a través de fenómenos que inciden en la complejizacion creciente del conflicto social y armado y en su recrudecimiento en prácticas de violencia estructural y criminal.

Quisiéramos puntualizar al menos seis unidades de reflexión sobre las causas estructurales de los conflictos como insumos para que puedan ser reflexionadas y desarrolladas posteriormente por los estudiantes a través de lecturas y procesos de investigación local que ayuden a la caracterización y diagnóstico de las realidades locales y de sus conflictos.  

1)      Desigualdad social y pobreza generalizada. Surgen y son inherentes a las lógicas de acumulación y exclusión del modelo de desarrollo económico y a la inexistencia de políticas y practicas redistributivas de la producción económica y de su componente social. La desigualdad social es fenómeno económico, social, cultural e histórico que se expresa en la condición por la cual las personas tienen un acceso desigual a los recursos de todo tipo, a los servicios y a las posiciones que valora la sociedad.

Todo tipo de desigualdad social está fuertemente asociada a las clases sociales, al género, a la etnia, la religión, a la cultura entre otros indicadores. Así que de forma más sencilla podemos definir la desigualdad como el trato desigual o diferente que indica diferencia o discriminación de un individuo o un grupo hacia otro debido a su posición social, económica, religiosa, a su sexo, raza, color de piel, personalidad, cultura, entre otros.

La desigualdad social se expresa en su manera más cruda a través de la pobreza generalizada y la pobreza absoluta que no constituye otra cosa que la imposibilidad de acceder a unas condiciones de vida digna y de calidad en relación con los aspectos que son esenciales para la dignificación de lo humano como alimentación, vivienda, servicios públicos, educación salud, recreación y sobre todo, trabajo como el mecanismo mediante el cual se pueden garantizar el ejercicio pleno de los derechos fundamentales. La pobreza generalizada viene siendo matizada a través de estadísticas absurdas con ingresos insuficientes y políticas paliativas que no resuelven los problemas fundamentales de la sobrevivencia en dignidad de los seres humanos. La pobreza se ha hecho multidimensional y compleja y afecta de distinta manera a las personas, a las familias y a las comunidades que viven en las incertidumbres diarias de la provisión básica. Unida a la pobreza esta la discriminación social, la exclusión, el desempleo crónico y la violencia estructural, que alimenta el conflicto social y armado.     

2)      Fragilidad de las estructuras democráticas e institucionales. Las practicas clientelares y corruptas, la instrumentalización privada del poder público, la captura de la institucionalidad y su puesta al servicio de los interés particulares, privados e ilegales han generado una crisis institucional permanente, que se expresa en la degradación creciente de la finalidad publica y el socavamiento del interés común en favor de intereses partidarios, de grupo y de sectores sociales en específico como de organismos multinacionales y empresas transnacionales. Las dificultades para garantizar el ejercicio monopólico del poder político del estado, a través del monopolio de la fuerza y la justicia, de una manera legal y legitima constituye uno de los mayores problemas del funcionamiento institucional del estado que se agrava con la implementación de mecanismos autoritarios y déspotas que desconocen los derechos y socava el ordenamiento constitucional.

La dificultad para garantizar la separación de poderes y el juego de pesos y contrapesos debilita y erosiona las posibilidades de un estado fuerte capaz de responder íntegramente a propósitos del interés nacional, al favorecimiento de los sectores mas desprotegidos y en la garantía del ejercicio pleno de los derechos fundamentales y humanos.

El modelo de democracia restringida que prevalece unido a los mecanismos institucionales que la posibilitan, genera una situación de exclusión política que conduce inevitablemente a alimentar los conflictos políticos, que al desbordarse en intolerancia y falta de respeto por la diferencia en un aniquilamiento institucional y social del pluralismo y de las posibilidades de desarrollar los conflictos como adversarios y no como enemigos, eleva el nivel de conflictividad al grado de violencia criminal y la guerra.    

La subordinación política y económica al interés internacional y trasnacional, debilita al extremo la independencia y el ejercicio de la soberanía la que se relativiza hasta hacerla desaparecer en modelos vergonzosos de subordinación servil y dependencia, generando inevitablemente conflictividad.          

3)      Resistencia social y política de la población. La cruda realidad de los conflictos sociales, económicos, políticos, étnicos, culturales y ambientales genera dinámicas de resistencia y oposición que llevan a la población a organizarse y a movilizarse para reclamar en las calles y en la protesta legitima lo que el estado está obligado a garantizar y ofertar en materia de derechos y no lo hace.

En medio de la población van adquiriendo forma y adoptando agendas reivindicativas distintas expresiones de lo que va a constituir la sociedad civil, entendida esta como todas las formas de organización de la población que en el ejercicio de la luchas legitima por sus derechos se colocan en condiciones de resistencia y oposición al poder privado y estatal para hacer ejercicio del poder popular en la lucha por el bienestar general y particular y la conquista de condiciones dignas en materia de ejercicio de derechos.

La persecución sistemática y represión brutal a esta formas de organización de la sociedad civil son causa estructural de los conflictos sociales, políticos y armados en nuestro país, que resisten a las oleadas criminales y genocidas contra los territorios y las poblaciones con repertorios de violencia degradada que se expresa en la persecución, el señalamiento, la detención arbitraria, la tortura, la violación, el asesinado selectivo, la masacre, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado entre otros crímenes cargado de brutalidad y salvajismo.     

Frente a esta situación, desde distintos frentes,  surgen dinámicas de movilización social y popular que congregan defensores de derechos humanos y organizaciones políticas de la izquierda democrática y convocan el acompañamiento de las organizaciones internacionales de Derechos Humanos para la salvaguarda de la vida y la integridad de los liderazgos naturales criminalizados por esa escalada de represión criminal  

4)       Delincuencia y crimen organizado. La pobreza, la exclusión y la falta de oportunidades unido a las empresas del crimen organizado que hacen ofertas particulares de recursos de vida y bienestar se generan economías ilegales y empresas criminales que agudizan los conflictos sociales y las formas de violencia. El desarrollo de la economía del narcotráfico ha involucrado amplios sectores de la población en esa empresa criminal y en otras actividades que involucran las economías del despojo, la extorsión, el contrabando, la prostitución, el tráfico de personas y órganos entre un amplísimo portafolio de delincuencia organizada que se trasnacionaliza y controla rutas, mercados, actividades, negocios e inversiones.

El fenómeno de la delincuencia y el crimen organizado se ha ido constituyendo en un modelo de capitalismo criminal que convive con las economías convencionales y las desarrolla en un modelo mafioso, que tiene no solo incidencia en sectores sociales y económicos, sino, igualmente en la estructura del poder político y del estado.    

5)      Explotación transnacional de los recursos estratégicos de la nación. Las economías extractivas, mineras y agrícolas, desarrolladas por empresas trasnacionales en los territorios sobre los recursos estratégicos de la nación que son los que garantizan su independencia y soberanía y la solución de sus problemas estructurales, han generado a lo largo de la historia de país agudos conflictos económicos, sociales y ambientales que afectan profundamente la estabilidad y el bienestar y buen vivir de las poblaciones. Los procesos erosivos de compactación de suelos, deforestación, contaminación y sedimentación de ríos y, en general, los problemas ambientales unidos a los problemas de pobreza, hambre y desocupación, generados por la presencia transnacional son objeto del desarrollo de conflictos locales y regionales permanentes, que no pocas veces involucran actividades de violencia institucional y paramilitar al servicio de esas empresas y financiadas por ellas mismas.     

6)      Injerencia norteamericana en los asuntos de seguridad y defensa.  La política Norteamérica de seguridad nacional extendida a sus áreas de influencia como seguridad hemisférica se ha movido en las lógicas de la guerra fría, la doctrina de la seguridad nacional, la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, más recientemente en la lucha contra los populismos anti-mercado. Estas políticas se traducen en una aplicación burda contra todas las formas de movilización social y política, de resistencia y lucha revolucionaria, sin discriminación de ninguna naturaleza con resultados absolutamente indeseables en materia de violencia, conflicto y guerra, en los cierren democráticos e institucionales que restringen y recortan el ejercicio de derechos individuales y ciudadanos e instrumentalizan la fuerza publica alrededor de los intereses imperiales.  

 

Detrás de estas políticas, la guerra se ha desplazado del escenario de la defensa y la soberanía, a su instrumentación,  en los procesos de acumulación económica capitalista para el control y conquista de los ecosistema productivos planetarios y los recursos estratégicos de los países con reservas minerales, energéticas y biodiversas de especial interés económico de las potencias y de las empresas trasnacionales. Para poder controlar esos recursos someten y subordinan a los gobiernos, impulsan golpes de Estado “duros y blandos”, crean una clase política servil y represiva, colocan toda la ofensiva mediática a su servicio y se presentan como defensores de la paz, la democracia y los derechos humanos, banderas que utilizan para criminalizar a las poblaciones, llevarlas al hambre y la pobreza generalizada, a través de embargos y bloqueos.

 

El estado colombiano y los distintos gobiernos han sido supremamente serviles a los intereses internacionales estadunidenses no solo en la implementación de las políticas de seguridad al interior del país como lo hizo durante la guerra fría con la doctrina de la seguridad nacional y la figura del enemigo interior, sino adicionalmente con las estrategias de lucha contra el terrorismo y el narcotráfico y su involucramiento en los procesos políticos regionales, hostigando los países vecinos y sirviendo de cabeza de plaza para intervenciones criminales y violadoras del principio de autodeterminación de los pueblos y el respecto por su soberanía.   

 

DINAMICAS Y ESCENARIOS DE LA GUERRA

            

6.       Los escenarios se han transformado y con ellos los conflictos y las guerras. El desarrollo económico del modelo neoliberal en la era de la globalización a re-caracterizado los conflictos en el nuevo ordenamiento internacional y las disputas que se dan en torno a los recursos estratégicos y a los mercados de consumo, que comprometen la formación de nuevos y más devastadores modelos de acumulación, control financiero y de desarrollo tecnológico al servicio de las disputas de los bloques de poder globales en los que la Unión Europea, India, Rusia, China y el sureste asiático se colocan en tensiones al interés que compromete la dominación hegemónica estadunidense     

7.        Las discusiones del Nuevo Orden Mundial, entre Imperio-Imperialismo, la postguerra fría - la globalización – las nuevas guerras – los empresario de la guerra y los mercados de la violencia, irrumpen con una nueva dinámica que sin desprenderse de la anterior buscan responder al nuevo ordenamiento del poder global, convirtiendo el planeta en un escenario internacionales de conflictos en las que todas las guerras internacionales se hicieron civiles, en torno a un único poder mundial que dispone del ordenamiento político económico planetario y se considera con la autoridad para intervenir donde sus intereses están en riesgo.  

8.        Las nuevas lógicas de acumulación capitalista se construyen a través de sofisticados sistemas de violencia que configuran las guerras de quinta generación en las que se involucran todos los componentes de la vida social, política y económica del planeta y no exclusivamente el componente militar.

9.       Este modelo de guerra esta cruzada por una profunda crisis humanitaria que afecta el ejercicio y las garantías de los D.H y DIH y que obliga a la intervención de los organizaciones humanitarias y, de los organismos multilaterales.

NUESTROS ACTORES- NUESTROS CONFLICTOS

 Es importante tener un referente general de los actores de nuestros conflictos y precisar la naturaleza de estos. No se pretende en estas notas de clase mas que enuncia de manera general esos actores y esos conflictos para que sean tomados en consideración y desarrollados según las circunstancias de la región y territorio en particular.

10.   Es indiscutible que una responsabilidad importante de nuestros conflictos en materia de la configuración de las lógicas de estos y de los intereses que se defienden en ellos la tiene el gobierno de los Estados Unidos y sus políticas de injerencia económica social, política y militar, en el conjunto de los países de mundo y en particular en los de América Latina.

11.   Un segundo actor de los conflictos lo constituye el Estado colombiano y su política de exclusión, represión y desarrollo centrado en los intereses económicos de las clases dominantes y de la elites políticas y sociales tradicionales y emergentes y, de las transnacionales. Igualmente es necesario descargar la responsabilidad de nuestros conflictos en las políticas de seguridad y defensa y el comportamiento que tienen la fuerza publica al respecto de estas y frente a la población y los territorios, comportándose como fuerzas de ocupación y en connivencia con fuerzas criminales del paramilitarismo, sembrando muerte, terror y violencia.

12.    Hacen parte de los actores del conflicto y la violencia los organismos paramilitares y las empresas criminales de la violencia, con su portafolio de criminalidad y terror, que en operan en connivencia con las fuerzas militares y se benefician de las economías extorsivas, del despojo y el narcotráfico.

13.   También hacen parte del grupo de actores del conflicto colombiano las insurgencias armadas, sus conflictos intergrupales, y su comportamiento criminal contra la población, al amparo de un discurso social, reivindicativo y transformador que desaparece en el escenario de las acciones que colocan como blanco a la población civil y a las posibilidades del desarrollo territorial.

14.   Igualmente son actores del conflicto, en particular del conflicto social y reivindicativo, todas las formas de organización social de la población, expresándose como sociedad civil, con sus respectivas agendas especificas de derechos, esto es, los movimientos sociales y populares con sus liderazgos naturales, perseguidos y criminalizados por las instituciones de seguridad del estado y por los grupos armados ilegales.

15.   Hacen parte de los actores del conflicto los partidos políticos, las distintas fuerzas, organizaciones y movimientos políticos, que se mueven en el escenario de la disputa política por el poder del estado desde la derecha, el centro y la izquierda democrática o radical.

16.   Los gremios económicos son también actores del conflicto social y armado, migraron de los conflictos económico-propios de su condición de ser protagonistas de estos, hacia los conflictos políticos y los conflictos armados en defensa de sus intereses.  Han financiado la guerra y la violencia, la conformación de grupos paramilitares y de políticas de seguridad que protegen y salvaguardan sus economías.

17.   Las iglesias han sido a través de la historia un actor activo de los conflictos sociales politicos y armados y no han sido pocos los pasajes de la historia de Colombia en que han utilizado los pulpitos para incendiar el corazón de los creyentes en cruzadas religiosas de trasfondos políticos criminales. Bajo la premisa de la defensa de la vida, la familia y la moral religiosa distintos sectores de la iglesia han alimentado la violencia contra poblaciones liberales que buscan la separación de la iglesia del Estado y su no intervención en el desarrollo de la vida política de la nación y en la lucha de las poblaciones por el ejercicio de sus derechos independientemente de sus creencias religiosas. Pero la institución de la iglesia también tiene a su interior debates sobre su papel en la vida social y política de la nación en donde se expresan distintas posiciones que van desde la iglesia tradicional a las iglesias populares.

18.   Las empresas trasnacionales y los organismos multilaterales también hacen parte de las dinámicas de los conflictos sociales y armados y tienen incidencia política en la definición de las políticas publicas de los distintos gobiernos y en las transformaciones y acomodamientos del estado.

19.   Nuestros conflictos son de distinta naturaleza, pero se hacen complejos cuando se superponen en las dinámicas de la confrontación social y política. Hay conflictos económicos y sociales, que definen las formas de la explotación de los recursos estratégicos de la nación, los procesos de acumulación, las tensiones de los procesos productivos y las relaciones entre el capital y el trabajo que inciden en las situaciones de desigualdad social y pobreza crónica.

20.   Hay conflictos políticos por el ejercicio del poder publico en las distintas esferas del estado, que tienen algunas veces sus raíces en conflictos ideológicos y se expresa en los escenarios de la confrontación partidaria unas veces a través de las urnas otras a través de las armas.     Los conflictos armados se nutren de las distintas causalidades de naturaleza social y económica y de su revestimiento de conflictos políticos en las disputas por el ejercicio del poder político de estado y el usufructuó de los recursos económicos; igualmente hay conflictos étnicos, culturales y religiosos y cada vez tienen mas fuerzas los conflictos ambientales que se mueven en la defensa de los patrimonios naturales y la conservación de los ecosistemas de vida.

21.   Estos conflictos se mueven entre muchos otros que llenan la vida de los seres humanos y permite su desarrollo y mejoramiento o, mal llevados, su destrucción y estancamiento.

Estas notas generales no pretenden ser otra cosa que un insumo para que se puedan ir configurando los imaginarios que explican el desarrollo de los conflictos desde sus causas y sus autores, trabajo que es necesario que vaya desarrollando cada uno en una apropiación critica de lo dicho en estas notas de clase.  Es un documento para dialogar con él y enriquecerlo.     

 

 


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